
2. Dos de Enero de 1979.
La Boca, 2 de Enero de 1979.
Era la tarde del 2 de enero, un día grabado en nuestra memoria no solo por el cumpleaños de mi hermano Fernando y mi amigo Alejandrito, sino por lo que presenciamos a continuación.
Nos hallábamos jugando junto a las vías del tren, lanzando piedras a las vias para generar chispas. De repente, algo interrumpió nuestro juego. Miramos hacia arriba y lo que vimos nos dejó paralizados. En el cielo, flotando, estaban los objetos voladores no identificados. De repente, la realidad superó la historia del extraterrestre que vimos en la casa de Palos. Ahora todos nos iban a creer. Los ovnis estaban allí, a plena luz del día, para que todos los vieran y creyeran.
Todo el barrio se sumergió en el miedo. La palabra “invasión” era la mas repetida. Sin embargo no fue eso lo que sucedió. Tenían cara de buenos. Venian en Paz. Los más creyentes pensaban que eran una bendición del cielo, los que no creian en milagros, empezaron a creer. Uno de ellos fue Alejandrito, que dijo “Elijo creer” y se puso a llorar con cara de pichón.
Contrario a cualquier prejuicio, los extraterrestres demostraron ser entidades amigables, o quizas fue alrevez, los vecinos demostraron ser amigables. Con el paso del tiempo, el barrio empezó a recibirlos con una bienvenida cada vez más cálida.
Alejandrito nos recuerda el instante en que vio aterrizar la primera nave en Casa Amarilla: “Nos gustaba mucho estar en Casa Amarilla con mis amigos. Ahí se encontraban los trenes estacionados, repletos de maíz, esperando para dirigirse hacia Retiro, el puerto, las provincias, qué sé yo. Lo cierto es que nos encantaba treparnos arriba de los vagones, abrir las compuertas y tirarnos dentro. Se nos llenaban las zapatillas de maíz, la ropa, las orejas, la boca. Era como nadar en un mar de maíz.
La tarde del 2 de enero de 1979 la recuerdo muy bien, era mi cumple y el de Fer. Los vimos llegar desde lo alto del tren. No podíamos creerlo. Al principio, nos asustamos mucho, pero con el tiempo descubrimos que no habían venido en busca de agua potable, tierras, materias primas o esclavos; habían venido para estar con nosotros. Para ser vecinos del barrio. Para ser hinchas de Boca. Para ayudar a los niños, a los ancianos, a las mujeres, a todos”.


2 de Enero de 1979. Casa Amarilla.

Revista Gente, Enero 1979. “Marquitos: El Niño de La Boca que les dijo ‘Bienvenidos’ a los Visitantes de Otro Mundo”
Marquitos, de solo 10 años, se ha convertido en una pequeña celebridad en el barrio de La Boca desde que fue el primero en dar la bienvenida a los extraterrestres en los descampados de Casa Amarilla. Entrevistado por Gente, el joven no mostraba ninguna señal de nerviosismo al compartir su increíble experiencia.
“Estaba solo, moviendo mi bandera al viento y pensando en lo bella que es”, comenzó Marquitos. “De repente, vi luces en el cielo. Al principio, pensé que eran fuegos artificiales o algo así. Pero luego la primera nave aterrizó, y todo cambió.”
Según Marquitos, una puerta se abrió en la nave, y de ella salieron seres que, aunque diferentes en apariencia, no daban miedo”, aseguró el joven. “Uno de ellos se acercó y comenzó a hacer señas. Creo que quería mover también la bandera. Le di la Bandera, y la movió con una belleza que jamas vi” dijo Marquitos. “Fue lo cosa más linda que vi en mi vida.”
