La Boca, 1979, 
El barrio vio el nacimiento de cuatro bandas que marcaron una era en la música del barrio y más allá. “Escape” sumergía a la gente en el profundo y oscuro mundo del heavy metal, “Paredón” traía el vibrante y rebelde sonido del rock, “Ramona Villafañe” era el estandarte del punk rock neoyorquino local, y “Moloko Plus”, liderada por el extraterrestre AmilKar, era la banda más punk de la galaxia, con un sonido que si no llevabas tapones para los oídos, podías volverte loco y terminar en el Argerich.
Cada banda tenía su esquina, su séquito de seguidores leales, y cada concierto era una oportunidad para demostrar quién mandaba en el barrio.
Para el día de la primavera, la municipalidad invito a las cuatro bandas a hacer una gran fiesta en vuelta de rocha para toda la ciudad, prometía ser un día histórico. Eran las 17hs, en un rato empezaban los shows. La tensión en el aire era palpable. AmilKar, con su piel azulada y su cresta amarilla, saltó al escenario, su mirada estaba fija en la multitud. Su puño se alzó al aire y su voz retumbó en los adoquines: “¡¡¡¡Hoy tocamos solo nosotros, los demás no, caminen cucha carajo!!!!” gritó el líder de Moloko Plus.
Un silencio se apoderó del lugar, seguido por murmullos y protestas, pero los fanáticos de Moloko Plus empezaron a empujar a todos como había mandado el líder. Los punks eran malos, nadie les podría ganar jamás. Entonces, en una decisión sabia, las otras bandas, aunque frustradas, recogieron sus instrumentos y se retiraron.
El concierto que siguió fue demoledor. “Moloko Plus” desató una tormenta de sonido y furia, con AmilKar liderando la carga, la multitud se sumergió en el caos musical, y el pogo y los gritos llenaron el aire.
El Hospital Argerich esa noche se lleno de gente. Se vio la guardia repleta de gente perdida y enloquecida que se había quedado en el show pero no uso los tapones. “La música de Moloko Plus no es para débiles” decían los doctores de guardia.
Y así, en medio de la música, las peleas, los amores y las pasiones, La Boca vivió una primavera inolvidable, con “Moloko Plus” dejando una huella indeleble en el corazón del barrio… La Boca no es para débiles.